Cómo proteger tu barrera cutánea
Artículo escrito por la Dra. Laura Gómez-Recuero @dra.laurarecuero
La piel es un órgano que rodea todo nuestro cuerpo de manera que impide que nuestro medio interno (nuestros músculos, órganos…) está en contacto con el medio externo (medio ambiente, polución, microorganismos, sustancias químicas…etc.).
Para que nuestra piel realice esta función fundamental de barrera, de agente defensor de nuestro medio interno, tiene que estar bien construida, hidratada y conservada.
La piel es como un muro de ladrillos unidos por cemento, si algo falla en esos ladrillos o ese cemento la protección de nuestra piel se verá mermada.
El objetivo fundamental de nuestra barrera cutánea es mantener el agua que tenemos en nuestro interior, de forma que si está alterada perderemos más cantidad de agua de la que deberíamos, lo que llevaría en definitiva a tener una piel deshidratada. Pero al igual que es más fácil perder el agua interior cuando tenemos la barrera alterada, las
sustancias del exterior pueden penetrar a través de ese muro de ladrillos que es nuestra piel y generar sensibilización que llevaría a originar alergias. Alergias a elementos del ambiente como polen, plantas, epitelios de animales e incluso
compuestos cosméticos como fragancias o tintes para el pelo.
Cuidar la barrera cutánea y mantener un grado correcto de hidratación, nos protege, por ejemplo, de enfermedades dermatológicas como la dermatitis atópica.
¿Cómo la cuidamos adecuadamente? Evitando utilizar jabones muy irritantes o frotar en exceso con esponjas, intentando no estar en ambientes secos, fríos o con calefacción y por supuesto, hidratándola.
Por lo tanto, para ayudar a nuestra piel en la misión de proteger nuestro medio interno y evitar la pérdida de agua excesiva, necesitamos prestarle un poco de atención e hidratarla correctamente y con los productos adecuados.
Utilizar Bio-Oil sobre la piel seca o humedecida, e incluso en el rostro (mezclando unas gotas con la base de maquillaje) pueden fortalecer la barrera cutánea y así, protegerla de agresiones externas y lograr que esté más sana y perfecta.
Aquí tenéis una serie de recomendaciones que podemos hacer en casa para mantener nuestra piel sana, para que mantenga sus funciones en el punto óptimo.
RECOMENDACIONES:
- Después del baño con agua caliente, nuestra piel pierde de forma natural agua para regular la temperatura corporal. Para minimizar esa pérdida, sobre todo cuando existe inflamación de la piel como en la dermatitis atópica, vamos a usar emolientes (hidratantes) después de secarnos con una toalla de algodón sin frotar en exceso. No importa que la piel esté ligeramente húmeda.
Tenemos que hidratarnos a diario si padecemos alguna alteración de la piel o por lo menos 2-3 veces en semana si nuestra piel es sana. Usando Bio-Oil®Aceite para el cuidado de la piel y Bio-Oil® Aceite para el cuidado de la piel (Natural), dos veces al día (mañana y noche), para cuidar tanto del rostro como del cuerpo conseguiremos hidratar y nutrir nuestra piel, además de obtener un aporte de activos energizantes, regeneradores, antinflamatorios y calmantes.
- El baño es más recomendable que sea corto y con agua tibia.
- Usaremos gel de ducha syndet o jabón sin jabón. Son los menos agresivos con la piel porque contribuyen a mantener los ácidos grasos naturales de nuestra barrera cutánea.
- Zonas que pueden sufrir más las agresiones del medio, como las manos, por el lavado de manos frecuentes o el uso de alcohol gel y el frío, tenemos que cuidarlas más intensamente. Para ello usaremos jabones emolientes en el lavado de manos, intentaremos no abusar del lavado ni del alcohol gel, y después vamos a hidratar las manos de forma más frecuente, 2-4 veces al día. Si las tenemos muy secas podemos aplicar por la noche hidratación a base de aceite que por su capacidad de oclusión aumenta la hidratación y evita la pérdida de agua natural.
- Evitar temperatura de la calefacción en casa elevadas, evitar que el ambiente esté muy seco para ello podemos colocar recipientes con agua o humidificadores.
- Intentar que la ropa que esté en contacto con nuestro cuerpo sea de algodón 100%.
- Si tenemos la piel seca evitar usar exfoliantes, cepillos limpiadores y todo aquello que provoque un roce agresivo que pueda lesionar la piel. Se recomienda realizar el baño sin esponjas para evitar este roce sobre la piel y también para evitar el acúmulo de microorganismos en las esponjas que puedan provocar infecciones cutáneas.
- Beber abundante agua, evitar alcohol, tabaco y bebidas azucaradas.
En definitiva, llevar una vida saludable e hidratar nuestra piel son las mejores armas para mantener todas las funciones de nuestra piel en perfecto estado.