Cuidar la piel de tu rostro después de un peeling facial
A la hora de buscar unificar el tono de la piel o mejorar su luminosidad, el peeling puede ser uno de los mejores tratamientos que podemos encontrar.
Se basa en intensificar la regeneración de la piel, eliminando las células muertas, lo que ayuda a mejorar su aspecto, así como la absorción de productos y tratamientos posteriores al quedar la piel más expuesta.
La palabra “peeling” hace referencia a “pelar” o “descamar” la piel, ya que durante el proceso eliminamos las capas más superficiales de la epidermis y de esta forma también las impurezas que se van acumulando poco a poco.
Podemos realizarnos un peeling de toda la vida, es decir, nosotras mismas en casa, o realizarnos un peeling químico, éste, tiene un coste más elevado y debe ser realizado por una persona profesional.
Los peelings, favorecen la renovación de la dermis, pero también dejan la piel más expuesta a agresiones externas, y por ello, deberemos de tener especial cuidado a la hora de protegerla y tratarla.
Pasos imprescindibles para cuidar nuestra piel tras un peeling:
Usar fotoprotección
La primera de las rutinas imprescindibles que deberemos cumplir a diario es proteger de manera exhaustiva la piel del sol con un buen fotoprotector.
Los filtros físicos son absolutamente necesarios ya que actúan como barrera y evitan, no solo la hiperpigmentación de la piel, sino que también evitan la radiación ultravioleta puede acentúe el fotoenvejecimiento.
Aumentar la hidratación de la piel
La hidratación cobra una importancia extrema a la hora de cuidar la piel sometida a un tratamiento como el peeling.
Te recomendamos aplicar dos veces al día aceites como aplicar Bio-Oil® Aceite para el cuidado de la piel con sustancias calmantes e hidratantes, que además doten a la piel de las defensas y barreras necesarias tras la exfoliación.
Aplícate Bio-Oil®, con las yemas de los dedos, masajeando suavemente. Es un gran aliado, que potenciará los efectos regenerativos del peeling, pero que también fortalecerá la piel para ayudarla a combatir las agresiones externas.
Limpieza profunda
A pesar de tener la piel protegida, es necesario realizar una limpieza extrema que permita la retirada de cualquier sustancia, impureza o célula muerta que se haya depositado durante el día sobre ella.
Hábitos saludables
De nuevo la alimentación y la hidratación juegan papeles fundamentales en el momento posterior a la realización de un peeling.
Una dieta variada y equilibrada, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes favorecerá todos los efectos de regeneración, pero, además, protegerá y fortalecerá la barrera cutánea.
Como veis, no se trata solo de proteger la piel sometida a un tratamiento como el peeling, sino de dotarla de hidratación y elasticidad para favorecer sus defensas y potenciar los efectos de luminosidad que conseguimos con él.