5 consejos para cuidar tu piel en verano

¿Sabías que la piel, el órgano más extenso del cuerpo, tiene necesidades distintas en función de la época del año? De hecho, es en verano cuando incrementan significativamente los riesgos para la epidermis, como resultado de las altas temperaturas.

El calor provoca que nuestra piel se deshidrate más rápidamente y que padezcamos una mayor sudoración, es decir, que seamos más proclives a las infecciones. Por estos motivos, los cuidados de nuestra piel durante los meses estivales deben ser mayores.

En Bio-Oil®, como apostamos por una piel saludable, hemos recopilado las principales medidas para que cuides tu piel especialmente en verano y que éste no te pase factura.

1. Protégete del sol

La exposición solar tiene efectos muy beneficiosos para nuestra salud. Por ejemplo, el aporte de vitamina D que nos proporciona (importante para el desarrollo y cuidado de los huesos) o la mejora de algunas patologías dérmicas, como la psoriasis. Sin embargo, si no tomamos el sol con precaución, la radiación ultravioleta puede provocar efectos nefastos en nuestra salud. Por ejemplo, desde la aparición de manchas o el envejecimiento prematuro de la piel, hasta enfermedades cutáneas de mayor gravedad, como el melanoma.

Los dermatólogos insisten en los siguientes consejos para prevenir las dolencias derivadas de los rayos UVA (responsables del envejecimiento de la piel) y de los UVB (causantes de las quemaduras) que emite el sol:

• Evita tomar el sol en las horas centrales del día. Muchos dermatólogos confirman que los rayos solares menos dañinos para nuestra salud cutánea corresponden a la franja de horas anteriores a las 11h de la mañana y posteriores a las 18h de la tarde. Además, debes limitar la exposición solar los primeros días, con el fin de que la piel se vaya habituando al sol.
• Usa siempre protector solar. La crema seleccionada debe protegerte tanto de los rayos UVA como de los UVB. Póntela siempre, como mínimo, media hora antes de exponerte al sol. Recuerda que debes repetir la operación frecuentemente (cada dos horas como mucho) e incluso después de bañarte, aunque el fabricante indique que la crema protectora sea resistente al agua.

Por tu salud, también es muy importante que el factor de protección solar (FPS) sea lo más alto posible:

• Factores de 15 a 25 son de protección media.
• Factores del 30 al 50 son de protección alta.
• Factores de más de 50 son de protección muy alta.

El FPS es el valor numérico que indica el tiempo que una persona puede permanecer sin peligro bajo el sol. Por ejemplo, un individuo de piel clara que normalmente empiece a notar los efectos nocivos del sol después de diez minutos de tomarlo, tardaría 15 veces ese tiempo con un FPS 15 (150 minutos o 2,5 horas).

• Diariamente estamos expuestos a la radiación ultravioleta, tanto las mañanas soleadas como los días nublados. ¿Sabías que las nubes solo filtran un 10% de la radiación solar? Es por este motivo que los dermatólogos recomiendan protegerse del sol siempre, independientemente de las condiciones meteorológicas.
• Los colectivos más sensibles son los niños, especialmente los bebés de menos de 6 meses. Para ellos es imprescindible la elección de una crema con elevado índice de protección. Como la piel de los bebés es muy fina es más sensible, por lo que nunca deben exponerse directamente al sol.

2. Limpia e hidrata tu piel con frecuencia

Las horas de sol y el calor afectan directamente a la flexibilidad y apariencia de nuestra piel. Para una óptima salud de la epidermis debes mantenerla limpia, usando productos para la higiene que sean suaves (PH neutro) y cuyos componentes resulten lo más naturales posible. Además, evita frotarte con materiales que puedan irritarte y dañar el manto ácido de tu piel.

Con el fin de recuperar la humedad perdida y que la piel pueda revertir la sequedad del verano, recomendamos el uso de aceites hidratantes. Por ejemplo, el aceite Bio-Oil, que ha sido premiado en más de cien ocasiones y es número uno en ventas en varios países europeos.

¿Cómo funciona? La superficie de la piel tiene una capa de grasa invisible que actúa como barrera para evitar que la humedad desaparezca. En verano, por lo general, esta capa de lípidos es incapaz de retener la humedad. El baño diario puede agravar esto, ya que elimina esta capa debido a los efectos astringentes del jabón y el agua. Bio-Oil complementa la capa natural de grasa de la piel, ayudando a restaurar su función bloqueadora para retener la humedad.

3. Prudencia con las infecciones

Durante los meses de verano, como sudamos más, es frecuente la aparición de hongos. Nunca compartas las toallas con otras personas y sécate con paciencia, sobre todo los pliegues, con el objetivo de impedir la procreación de estos parásitos. Igualmente debes prestar especial atención en la indumentaria. Prescinde de ropa o calzado que no sea transpirable, pues también favorece la aparición de micosis superficial.

4. Cuida tu alimentación y calidad del sueño

En temporada estival es vital beber mucha agua, incluso aunque no se tenga sed. Y debe priorizarse el consumo de frutas y verduras, así como los alimentos con alto contenido en vitaminas antioxidantes (A, C y E). Así, para prevenir la degeneración de la piel, estimular el flujo sanguíneo de la epidermis y ayudar en el proceso regenerativo de cicatrices y acné, confiamos en los siguientes alimentos: frutos secos, aceites, pescados y verduras, tales como las crucíferas (coliflor, brócoli y coles de Bruselas), las espinacas, los espárragos, la zanahoria y el tomate.

Por último, para mantener una piel saludable, es esencial que le des la importancia que se merece a las horas de sueño. Mientras descansamos se produce la regulación del colágeno, el componente que proporciona firmeza y densidad a la piel. Dicho de otra manera, el sueño anima a las células de la piel a regenerarse.

5. Controla tu piel regularmente

Nuestro consejo es que acudas periódicamente a un dermatólogo para que te realice las exploraciones cutáneas pertinentes para tu edad y tipo de piel. Normalmente la mayoría de especialistas, a no ser que los pacientes padezcan alguna patología, suelen fijar las visitas anualmente.

El verano y las manchas en la piel

Las manchas en la piel aparecen cuando el cuerpo produce melanina de forma inconsistente. Y una de las causas más frecuentes de que afloren es como consecuencia de una exposición excesiva al sol.

Para mejorar el aspecto de las manchas en la piel, te recomendamos que te apliques en las zonas afectadas, dos veces al día y durante un mínimo de 3 meses, Bio-Oil. Se trata de una combinación de extractos vegetales y vitaminas suspendidos en una base de aceite. Contiene el innovador componente PurCellin Oil^MR, patentado por la marca, que contribuye a facilitar la aplicación y absorción del producto, sin dejar una sensación grasa.

Por último, cabe destacar que Bio-Oil no contiene factor de protección solar. Por lo tanto, debes aplicarte primeramente Bio-Oil y cuando éste se haya absorbido por completo, extiéndete la crema solar.